Page 333 - El Jugador - Iain M. Banks
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‐‐No, señor. Hay algunas jugadoras bastante buenas...,

            de rango menor, naturalmente.


                  Tenía la voz suave, y parecía cansada. Seguía sin alzar

            la cabeza hacia él, y Gurgeh no tuvo más remedio que

            hablar con su coronilla. Podía ver la blancura del cuero


            cabelludo  por  entre  los  tensos  mechones  de  cabellos

            negros.

                  ‐‐Ah ‐‐dijo‐‐. Pensaba que quizá estuviera... prohibido.


            Me  alegra  que  no  lo  esté.  Y  los  machos...  ¿También

            juegan?

                  ‐‐Oh,  sí,  señor.  Todo  el  mundo  puede  jugar.  Es  un

            derecho reconocido en la Constitución. Lo que hacen es


            prohib... Bien, en el caso de los dos sexos... ‐‐Se calló y alzó

            la  cabeza  con  tal  brusquedad  que  Gurgeh  casi  dio  un

            respingo‐‐. Los dos sexos inferiores tienen muchas más

            dificultades para aprender porque todos los colegios de


            primera categoría sólo aceptan ápices. ‐‐Volvió a bajar la

            mirada‐‐.  Naturalmente,  el  único  objetivo  de  esa

            restricción es impedir que los estudiantes se distraigan.


                  Gurgeh no sabía cómo reaccionar, y contestó con la

            primera palabra que le vino a la cabeza.

                  ‐‐Comprendo. ‐‐Tuvo que hacer un auténtico esfuerzo


            de concentración para que se le ocurriera algo más‐‐. Y

            usted... ¿Tiene esperanzas de hacer un buen papel en los






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