Page 680 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 680
esfumándose y consumiéndose lentamente mientras
aflojaba la presa en que le había encerrado. El frescor de
la sala, una especie de perfume y el susurrar del dosel de
hojas de los arbustos cenicientos más allá de los
ventanales... Gurgeh podía oír los murmullos de los
espectadores sentados en las galerías.
Miró a su alrededor y vio a Hamin en la fila de asientos
reservados a los colegios. El ápice se encontraba en una
fase de senilidad terriblemente avanzada. Parecía tener la
mirada fija en el centro del tablero, y durante un
momento de irracionalidad Gurgeh estuvo convencido
de que el anciano ya llevaba algún tiempo muerto y que
habían traído su cadáver marchito a la sala de juegos
como si fuese una especie de trofeo, como si quisieran
infligirle una última ignominia.
Oyó sonar el cuerno que indicaba el final del día y dos
guardias imperiales surgieron de la nada para llevarse la
silla de ruedas en que estaba sentado el ápice agonizante.
La cabeza de piel reseca y llena de arrugas se volvió un
instante en la dirección de Gurgeh y le miró.
Gurgeh tenía la sensación de haber estado muy lejos,
como si acabara de volver de un viaje muy largo. Miró a
Nicosar. El Emperador estaba hablando con dos de sus
asesores y los Adjudicadores habían empezado a anotar
679

