Page 682 - El Jugador - Iain M. Banks
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su insoportable sensación de victoria. Gurgeh bajó la vista

            para  no  seguir  contemplando  aquel  espectáculo  tan


            terrible, giró sobre sí mismo y abandonó el salón.

                  No hubo vítores ni felicitaciones. Nadie más podía ver

            la revelación que los ojos de Gurgeh habían contemplado


            en el tablero. Flere‐Imsaho se mostró tan preocupado e

            irritante como de costumbre, pero la unidad tampoco se

            había dado cuenta de nada y siguió preguntándole cómo


            creía  que  iba  la  partida.  Gurgeh  mintió.  La  Factor

            limitativo pensaba que la situación pronto experimentaría

            un  cambio  radical.  Gurgeh  ni  tan  siquiera  se  tomó  la

            molestia  de  explicarle  que  todo  había  terminado,  pero


            quedó un poco desilusionado. Había esperado más de la

            nave.

                  `

                  * * *


                  `

                  Cenó a solas con la mente en blanco. Fue a nadar en la

            piscina  que  había  en  el  último  sótano  del  castillo  y  se


            sumergió  dentro  de  aquel  agujero  tallado  en  el

            promontorio rocoso sobre el que había sido construida la

            fortaleza. Estaba solo. Todos los demás habían subido a


            las torres del castillo o a las murallas más altas o se habían

            marchado en las aeronaves para contemplar el resplandor






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