Page 687 - El Jugador - Iain M. Banks
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Gurgeh oyó pasos dentro de la torre. Volvió a tomar
asiento en el banco de piedra y esperó.
‐‐Buenas noches, Morat Gurgeh.
Era Nicosar. La oscura silueta del Emperador de Azad
emergió de la oscuridad de la torre. Gurgeh vio que tenía
los hombros algo encorvados.
‐‐Alteza...
‐‐Siéntate, Gurgeh ‐‐dijo aquella voz tranquila y suave.
Nicosar fue hacia el banco y tomó asiento junto a
Gurgeh. Su pálido rostro era como una luna indistinta
que flotaba delante de él, y la débil claridad que brotaba
del pozo de la escalera apenas si permitía distinguir sus
rasgos. Gurgeh se preguntó si Nicosar podría verle. El
rostro‐luna se movió lentamente y acabó volviéndose
hacia la mancha de color carmín que se iba esparciendo
por el horizonte.
‐‐Ha habido un intento de acabar con mi vida, Gurgeh
‐‐dijo el Emperador en voz baja.
‐‐Que ha... ‐‐empezó a decir Gurgeh, y durante unos
instantes no supo cómo reaccionar‐‐. Alteza, ¿estáis bien?
El rostro‐luna volvió a girar hacia él.
‐‐Estoy ileso. ‐‐El ápice alzó una mano‐‐. Por favor,
deja de llamarme «Alteza». Estamos solos, y podemos
olvidarnos del protocolo. Quería explicarte
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