Page 711 - El Jugador - Iain M. Banks
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juego.
Gurgeh se aferró a los brazos del asiento. El infierno
aullaba en el cielo alrededor del castillo. Las hojas giraban
en el salón como una diluvio reseco que no terminaría
jamás. Nicosar se detuvo delante de Gurgeh. El
Emperador sonreía.
‐‐¿Sorprendido? ‐‐gritó para hacerse oír por encima
del estrépito de la tormenta.
Gurgeh apenas podía hablar.
‐‐¿Qué has hecho? ¿Por qué? ‐‐graznó pasados unos
momentos.
Nicosar se encogió de hombros.
‐‐He convertido el juego en realidad, Gurgeh.
Sus ojos recorrieron el salón inspeccionando la
carnicería. Estaban solos. Los guardias se habían
dispersado por el castillo para matar a todo aquel con
quien se encontraran.
Había cadáveres por todas partes. En el suelo del salón
y en las galerías, caídos sobre los bancos, encogidos en los
rincones, formando X macabras sobre las losas con sus
ropas puntuadas por los agujeros negruzcos del láser... El
humo brotaba de la madera y las ropas; el repugnante
olor dulzón de la carne quemada flotaba en el aire.
Nicosar alzó la pesada espada de doble filo en su
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