Page 275 - La Nave - Tomas Salvador
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absoluta  oscuridad,  salvo  la  luz  que  prestaba  el


            cilindro, luz movible, que hacía más estilizadas las


            absurdas                 siluetas              de          las         máquinas                   y


            transformadores.



               —¿Cómo puedes encontrar el camino, Ylis? Yo no


            podría.



               —Es fácil —gruñó el interpelado.



               —Creo que no vienes contento. ¿Qué te sucede?



               —Nada.



               Por fin, tras ascender a un nivel superior, llegaron


            a una rampa de amplia perspectiva, igualmente en


            tinieblas. Pero con una variante. Uno de los pasillos


            laterales ofrecía una luminosidad. Hacia él fueron


            los guías. La luz salía de una cámara y alumbraba


            buena parte del corredor.



               —Aquí  es  —dijo  Ylis—.  No  hay  duda.  Te


            encontramos ahí dentro.



               —¿Con la luz? ¡No es posible!



               —Lo  es.  Y  has  de  saber  que  hemos  pasados


            muchas veces por aquí y nunca vimos luz. Pero tú


            estabas allí.



               No quería perder más tiempo. Entró en la cámara.


            Le sorprendió la intensidad de la luz, luz oculta, luz


            de los antepasados; intensa, ciertamente, sobre todo



            después de viajar en las tinieblas. Vio una cámara


            grande, seguramente un almacén, con unos restos



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