Page 276 - La Nave - Tomas Salvador
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que no pudo indentificar, saqueados, por otra parte.



               Buscó  el  lugar  donde  había  permanecido  tanto


            tiempo.  Lo  encontró  en  seguida.  Era  junto  a  la


            entrada. En el suelo se notaba un rastro de sangre


            seca.  Nada  sobrenatural.  ¿Por  qué,  pues,  había


            sufrido aquella enorme impresión? Debía de haber


            una explicación lógica. Mayores dificultades había


            experimentado  para  descifrar  el  lenguaje  arcaico



            del Libro y los conocimientos convencionales de los


            antepasados. Y lo había hecho. Después de aquello,


            era cuestión de serenidad y lógica.



               Lo que le aterró primero fueron las tinieblas. Y... le


            hizo  daño  la  luz,  en  contraste.  Luego,  la  luz  no


            existía  y  llegó  de  repente,  encontrándole


            desprevenido. Sabía perfectamente, porque era una


            de las plagas del pueblo kros, que las luces de los


            antepasados  se  apagaban  misteriosamente  y


            entonces  era  necesario  emigrar.  Lo  que  nunca  se



            había            conocido               —quizá                por         no         haberse


            investigado—  era  el  fenómeno  contrario:  que  se


            encendiera  o  naciera  una  nueva  luz.  ¡Y  allí  había


            sucedido! La prueba era aquella luz y la afirmación


            de los muchachos de que antes no existía. ¿Había


            provocado él el fenómeno? ¿Por qué? ¿Qué había


            hecho? Por hacer..., se había levantado, apoyándose



            en la pared, así...


               Sin aviso, sin ningún signo delator, la luz de los




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