Page 283 - La Nave - Tomas Salvador
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Luxi trataba de darle explicaciones, que prefería no


            escuchar, guiándose por su misma curiosidad. De


            todas  formas,  después  de  su  descubrimiento,  el


            asunto de los falux, la luz caliente de los wit, había


            perdido  la  mayor  parte  de  su  interés.  Subsistía,



            ciertamente, la prueba de una actividad humana, de


            un  descubrimiento  tan  eficaz  como  para  haber


            permitido la recuperación de la raza blanca. Bajo tal


            aspecto,  el  investigador  que  latía  en  él  no  podía


            omitir  la  importancia  de  la  familia  Luxi.  Pero


            presentía  que  habrían  de  plantearse  otros


            problemas  cuyo  alcance  desconocía,  y  ante  los


            cuales su falta de experiencia era total.



               Las  mujeres  sostenían  una  plancha,  pesada  al


            parecer, pendiente de un andamio o esqueleto, de



            forma que podía ser subida y bajada verticalmente,


            con  ayuda  de  unos  cables.  De  la  planta  pendían


            unas fibras, colocadas simétricamente; cuando las


            mujeres  soltaban  los  cables,  poco  a  poco,  con


            indudable destreza, la plancha bajaba; entonces, las


            fibras  se  sumergían  en  una  caldera  que  otras


            mujeres  colocaban  debajo.  Tiraban,  levantaban  la


            plancha  y  las  fibras  aparecían  chorreantes  de  la


            sustancia.  Era  quitada  la  caldera  y  puesta  otra  y



            nuevamente  la  plancha  era  abatida  hasta  que  las


            fibras se sumergían otra vez. Y así, alternando las


            calderas  varias  veces.  Observó  que  unas  veces  la





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