Page 317 - La Nave - Tomas Salvador
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—No —comentó la voz nueva de Mons—, ha sido


            poco...



               —Ha  sido  una  diversión  soberbia,  Brisco.  Pero


            debes  cuidar  en  lo  sucesivo  de  que  sólo  sean


            hombres los que la presencien.



               —¿Cómo tus guerreros, Kalr? Pero, ¿dónde están


            tus  guerreros?  —reprochó  Ylus—.  Fueron  los


            primeros en escapar, y han usado sus armas. Pide a


            tus símbolos que haya sido por el revés, no por el



            filo...


               —¿Me amenazas?



               Entristecido, se interpuso entre los padres de las


            familias.



               —¡Callad!  Yo  he  sido  el  culpable.  Me  pongo  en


            vuestras manos.



               Ylus se le acercó y se inclinó para tomar su mano,


            que colocó encima de su pecho, cruzando a la vez la



            suya propia, en el saludo de los jefes de tribu.


               —¿Quién eres tú, Shim? ¿Qué mensaje nos traes?


            Apenas  puedo  comprenderte,  pero  con  lo  que  el



            tiempo  me  ha  enseñado,  con  lo  que  soy  en  mi


            familia, yo te digo: soy tu hijo. Tómame y toma a los


            míos. La vida de los wit va a ser cambiada, y sólo tú


            podrás comprender la voz de los símbolos.



               —Espera,  Ylus  —dijo  Luxi,  repitiendo  el  mismo


            gesto de saludo—, que yo también le debo a Shim




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