Page 84 - La Nave - Tomas Salvador
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el que nada absolutamente tienen que hacer. Se han
negado a contestar durante el interrogatorio,
únicamente han expresado que no tenían malos
propósitos y que sólo deseaban conocer la parte de
la Nave en que vivíamos nosotros, los kros, por
simple curiosidad. Se han negado rotundamente a
revelar los caminos secretos que les ha permitido
eludir la vigilancia de los guardianes de fronteras.
Han sido encerrados hasta que Mei‐Lum‐Faro
decida su suerte. Los ánimos están muy excitados.
Las mujeres tienen miedo y piden a los hombres que
hagan un escarmiento con esa chusma. No podrían
vivir tranquilas temiendo que un wit pudiera
asaltarlas. Algunos hombres piensan igual y piden
que los albinos sean arrojados a los estanques
sulfurosos.
No quiero anotar ahora lo que estoy aprendiendo
en el Libro. Unicamente, que mi razonamiento
anterior era justo. [Dios mío! ¡Dios mío! La palabra
«Dios» es un descubrimiento.
G‐XXIII: 1100
Me he encerrado en la cámara del Libro para
escapar a la terrible presión del ambiente. Los cinco
hombres wit han sido asaltados, arrastrados y
arrojados a los estanques sulfurosos. La multitud,
excitada por algunos exaltados, no ha querido
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