Page 293 - Triton - Samuel R. Delany
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—¿Qué..., qué es lo que quieren saber?
—Todo lo que usted sepa. Empezando por el
principio.
—Yo..., sólo sé que se trata de una misión política
de..., de alguna clase. De veras, no sé nada más sobre ello.
Sam es... Sam simplemente me pidió que le acompañara
como parte de..., del grupo.
—Es curioso —dijo uno de los guardias, a nadie en
particular—. Los luneros siempre se sientan en un rincón
tan pronto como los dejas solos. Los marcianos y los
terrestres siempre se sientan en el centro de la pared.
Siempre me he preguntado por qué.
El hombre robusto miró de reojo, murmuró:
—Mierda... —y de pronto uno de los guardias golpeó
a Bron, duramente, en el costado, y se fueron..., mientras
él se derrumbaba resbalando por la pared, jadeante y
parpadeando.
La puerta se cerró con un seco ruido.
Los cierres resonaron.
Los dos guardias eran mujeres.
Tres horas más tarde los cierres resonaron de nuevo.
Mientras los dos guardias entraron, Bron se puso
trabajosamente en pie (del lugar en el centro de la pared
donde finalmente, tras mucho ir de un lado para otro,
había decidido sentarse). Lo sujetaron, tiraron de él todo
el resto del camino hacia arriba hasta que estuvo
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