Page 368 - Triton - Samuel R. Delany
P. 368
—Es ahí arriba.
El mayordomo les condujo por la hierba... Sí, estaban
dentro. Pero el techo, algo brillante y negro y multicapa
y entrecruzado, estaba muy lejos.
—Disculpe..., por aquí, señor.
—¿Eh? —Bron bajó la vista—. Oh, por supuesto. —La
cosa era muy simple, se dio cuenta Bron: no le gustaba el
hombre.
—¡Esta hierba...! —exclamó la Púa—. ¡Es tan
maravilloso andar sobre ella! —Corrió unos pocos pasos
ladera arriba, se volvió y, con un extático encogimiento
de hombros, regresó a ellos, radiante.
Bron sonrió, y observó que la sonrisa profesional del
mayordomo se había suavizado un poco. Lo cual apagó
un poco la suya.
—Le pasamos el rodillo una vez al día y la recortamos
dos veces por semana—dijo el mayordomo—. Es
agradable cuando alguien se da cuenta de ello y se
molesta en comentarlo.
La Púa tendió su mano a Bron, que siguió subiendo y
la cogió.
—¡Es un lugar encantador! —dijo ella; y al
mayordomo—: ¿En qué dirección dijo...?
El mayordomo, aún sonriendo, y con una ligera
inclinación de cabeza: «Por ahí...», empezó a subir la
ladera, en una dirección que Bron observó que no era la
367

