Page 456 - Anatema - Neal Stephenson
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(«ridículamente fácil de encontrar») y la había ocultado en


          uno mucho mejor («completamente seguro»).

            Jesry  y  yo  sabíamos  que  no  tenía  sentido  intentar

          encontrar un objeto que Arsibalt hubiese ocultado en un


          lugar  que  consideraba  completamente  seguro.  No

          teníamos más remedio que esperar a que se tranquilizase.

            Descubrí por qué nunca veía a Ala: ella y Tulia pasaban


          mucho tiempo en la Seo, ocupadas en el mantenimiento de

          las  campanas,  practicando  repiques  extraños  y

          transmitiendo sus conocimientos a las chicas que con el


          tiempo las reemplazarían.

            Los  días  soleados  eran  más  frecuentes.  En  ocasiones


          podía  mirar  a  lo  alto  del  chapitel  y  ver  a  Sammann

          tomándose el almuerzo y mirando fijamente al Sol a través

          de sus gafas. Jesry y yo sopesamos la idea de ahumar un


          trozo  de  vidrio  y  usarlo  para  hacer  lo  mismo,  pero

          sabíamos  que  si  nos  equivocábamos  nos  quedaríamos


          ciegos. Incluso consideré saltar la muralla, correr hasta la

          sala de máquinas y tomar prestada una máscara de soldar

          de Cord. Pero todo aquello no eran más que distracciones


          para ahuyentar mi preocupación por el problema con Ala.

          Al principio lo había considerado cuestión de salvar mi

          reputación.  Pero  con  el  paso  del  tiempo,  y  al  meditarlo


          más, quedó clara la verdadera naturaleza de la situación:

          había provocado un desastre en el interior del alma de otra

          persona justo en el momento en que esa alma se me abría.


          Ahora se había cerrado. Yo era el único que podía resolver



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