Page 592 - Anatema - Neal Stephenson
P. 592

—Es un crítica justa —dijo encogiéndose de hombros—.


          Pero te diré que existe otra hipótesis.

            —Vale. ¿Qué crees? —le pregunté.

            —Creo que viene de otro cosmos —dijo—, y que por eso


          Evocaron a Paphlagon.

            Nos encontrábamos en la puerta de mi celda.

            —Este cosmos en el que vivimos ya me tiene lo bastante


          desconcertado —dije—. No sé si en este momento del día

          puedo ponerme a pensar en otros.

            —Entonces, buenas noches, fra Erasmas.


            —Buenas noches, fra Arsibalt.




            Me  despertaron  las  campanas.  No  las  entendía.  Luego

          recordé dónde estaba y comprendí que no eran nuestras

          campanas  sino  las  de  los  monjes,  convocándolos  a  un


          ritual espantosamente temprano.

            Tenía  las  ideas  claras  sólo  a  medias.  Muchos  de  los


          acontecimientos,  las  personas  e  imágenes  que  el  día

          anterior  me  habían  asaltado  habían  ocupado  su  lugar,

          como hojas enrolladas metidas en sus casilleros. No había


          resuelto  nada,  sin  embargo.  Todas  las  preguntas  que

          estaban sin responder cuando había apoyado la cabeza en

          la  almohada  seguían  pendientes.  Pero  en  las  horas


          pasadas mi cerebro había estado cambiando para ajustarse

          a la nueva forma de mi mundo. Supongo que es por eso

          que no podemos hacer nada cuando dormimos: es cuando


          más trabajamos.



                                                                                                          592
   587   588   589   590   591   592   593   594   595   596   597