Page 17 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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Se abrió la puerta y entró apurado el contramaestre. Yo
dije:
—Hola… —y esta vez ni siquiera traté de sonreír.
—Sólo nos quedan un par de minutos. —Me empujó
hasta acostarme del todo sobre la litera—. No hay tiempo
para charlar. —Terminó de atar mis piernas, tan
fuertemente que tuve mis dudas respecto a la circulación.
Comenzó a asegurar la correa correspondiente a la caja
torácica y yo refunfuñé y empecé a quejarme. Luego, lo
pensé mejor y me callé.
Cuando hubo terminado de atarme, apenas podía
respirar.
—Aférrese bien ahora a esas manivelas. Apriete como si
tratara de torcerlas. —Buscó en su bolsillo y extrajo dos
pequeños objetos que no pude identificar—. Esto le aliviará
algo —dijo, e inclinándose sobre mí me colocó uno de
aquellos adminículos en cada oído. Me contempló durante
un segundo y sonrió.
Un instante después se había marchado. Transcurrieron
unos pocos minutos, o años, o segundos y oí, débilmente a
causa de los tapones auriculares, el silbido del
intercomunicador. Tres toques esta vez y ninguna voz a
continuación…
Hubo un momento de calma y luego comenzó el
“Jag”…
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