Page 18 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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La primera manifestación fué un sacudón violento que
conmovió de tal modo la estructura íntegra de la nave que
la idea de que algo andaba mal, de que alguna pieza de la
infinitamente intrincada máquina había fallado, cruzó como
un relámpago por mi mente.
Pese a la cruel opresión de las correas, mi cuerpo fué
forzado hacia adelante, hasta que creí que el plástico se
hundiría en mis carnes.
Luego, se produjo el Ruido. A pesar de los tapones,
pareció atravesar mi cabeza como un escalpelo al rojo
blanco. Una especie de apoteosis del sonido, proveniente
del metal torturado, forzado hasta el límite mismo de su
resistencia.
Después, todo junto: el Ruido, la vibración que sacudía
la nave y las correas que me lastimaban, todo pareció
unificarse y estar dentro de mí. Me sentí como si todo mi
cuerpo, más aún, todo mi ser, estuviera luchando contra una
fuerza decidida a lograr mi desintegración absoluta…
Por fin… nada… Hasta que volví en mí y sentí unas
manos que manipulaban las correas en torno a mis piernas.
Era el contramaestre. Estaba parado normalmente y
comprendí que el campo de gravedad artificial funcionaba
de nuevo. Mientras me desataba las correas que me
sujetaban el cuerpo, conseguí mascullar algunas palabras.
Probablemente, no las entendió, pero sabía lo que yo trataba
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