Page 19 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
P. 19
de decirle.
—No se preocupe más, doctor. Ya pasó todo y estamos
otra vez como en la Tierra… —me dijo.
IV
No tardé mucho en quitarme mis ropas ajadas y
ponerme otro uniforme, para ir al comedor. Excepto un
dolor de cabeza y una sensación de debilidad en las rodillas,
me sentía bien. Pero tenía enorme necesidad de beber un
trago.
No era el único, pues Farman estaba allí, habiendo
consumido ya la mitad de una poderosa mezcolanza que él
denominaba un “Sabueso Aéreo Especial”. Mi corazón se
acongojó cuando lo vi: no me sentía en disposición de que
me tomaran el pelo.
Pero no debí haberme preocupado, porque, al menos
por esta vez, Jerry Farman parecía no tener ganas de
bromas. Dijo:
—Hola, doctor —y levantó su vaso. Luego prosiguió—:
¡Este sí que fué un “Jag” bravo, de verdad! —Hinchó las
mejillas—. Creí que no iba a volver en mí.
Eso me hizo sentir mejor.
—Lo mismo me ocurrió a mí —dije, sirviéndome una
copa y bebiéndome la mitad de un trago—. Mis piernas son
lo que anda peor, las siento flojas.
19

