Page 212 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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le brillaban tras los lentes.
Muchas de las preguntas estaban fuera de nuestro
alcance, pero hicimos lo que pudimos. Y también le
formulamos preguntas. Acerca de la fuente de energía y de
aquellas llamas infernales, a setenta millas de la superficie.
Cuando las hubimos descripto, haciendo yo casi todo el
relato y Adams interviniendo sólo con una palabra
oportuna de vez en cuando, yo utilicé la palabra “cósmica”,
que empleara Morbius, y le expliqué que no sabíamos si lo
había hecho como mera figura literaria o si en realidad había
querido significar verdaderamente eso.
Creí que Quinn iba a saltar de su silla. Quedó sin habla
por un momento, pero luego inició otra descarga de
preguntas, con un fuego tan rápido, que no podíamos
comprender más de una palabra, de cada tres.
Adams intervino, interrumpiéndolo.
—Calma, Alonso… ¡Calma! En la primera oportunidad
que se presente, haremos que vea aquello personalmente.
Y así concluyó la comida. Quinn salió disparando para
su taller, abajo, en las entrañas de la nave. Farman se fué a
su camarote, a dormir unas horas antes de su guardia
nocturna. Adams se hizo cargo del mando y se fué a recorrer
con el contramaestre y yo me fuí a mi enfermería.
Me encerré y me puse un mameluco. Armé mi mesa de
operaciones, arreglé las luces y luego, dirigiéndome a la
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