Page 56 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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Me di cuenta qué  era lo que producía la diferencia y me

         disponía a hablar, cuando Adams se me adelantó.

                —Paisaje artificial —dijo.

                Tenía razón. Había algo en el conjunto, que se extendía


         quizás por un cuarto de milla terrestre, a cada lado de la

         masa  rocosa,  que  anunciaba  a  gritos  que  había  sido

         planeado. La forma en que los pequeños espacios de césped

         dorado  se  transformaban  en  matorrales  de  árboles  y


         arbustos, la manera en que el arroyo azul oscuro describía

         una  graciosa  curva,  el  modo  en  que  el  paisaje  entero

         desaparecía gradualmente en las montañas del frente y en


         la llanura salvaje de los costados…

                —Acertó,  jefe  —dije—.  Esto  ha  sido  hecho

         artificialmente.


                —Tendría que verse algún edificio —dijo Adams—. O

         varios.

                —Pero  no  los  hay.  Ninguna  construcción  —comentó

         Farman.


                Pero yo había visto algo.

                —Sí que hay —dije señalando—. Miren esa pileta.

                Estaba  a  nuestra  izquierda,  con  la  carretera  pasando

         entre ella y la saliente de la roca. Estaba rodeada de árboles


         y  de  un  cerco  con  flores  de  un  rojo  blancuzco  y  hojas

         azuladas. Era alimentada por el arroyo de aguas azules y

         podría haber sido un pequeño lago natural, si no hubiese





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