Page 58 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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hombre…
Nos detuvimos a la orilla del patio, a pocas yardas, de
una puerta maciza, que parecía de roble, pero cuyo color era
gris amatista.
—Fin del recorrido —dijo Farman y se desprendió el
cinturón de seguridad.
El Robot habló y yo me sobresaltó violentamente. Casi
me había olvidado de que podía hacerlo.
—Hagan el favor de descender —dijo.
Lo hicimos. Yo el último y en el momento en que mis
pies tocaban el suelo, la puerta se abrió y salió por ella un
hombre, que se quedó mirándonos. La mano de Farman se
dirigió instintivamente a la cintura, pero Adams le aplicó un
fuerte codazo, haciendo que dejara caer el brazo al costado.
El hombre avanzó hacia nosotros.
—De manera que han llegado, caballeros —dijo—.
Permítanme que me presente, soy Morbius —su voz era
profunda, pero curiosamente desafinada y opaca.
Nos quedamos mirándolo. Era un hombre grande,
impresionante, de cabello oscuro que comenzaba a
encanecer y barba pulcra, bifurcada, que le daba a su rostro
un aspecto en parte oriental y en parte satánico.
Adams se presentó:
—John Adams, comandante. —Con un mismo gesto
nos incluyó a Farman y a mí—. El Teniente Farman, mi
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