Page 128 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
P. 128
III
Sé dice que, cuando apareció el Maestro, de todas las castas vi‐
nieron a escuchar sus enseñanzas, así como animales, dioses y
algún santo ocasional, para marcharse mejorados y elevados. Se
aceptó en general que había sido iluminado, excepto aquellos que
creían que era un fraude, un pecador, un criminal o un bromista
pesado. Esos últimos no podían contarse todos entre sus enemi‐
gos; sin embargo, por otra parte, no todos aquellos mejorados y
elevados podían ser contados entre sus amigos y defensores. Sus
seguidores lo llamaban Mahasamatman, y algunos decían que era
un dios. Así, después de verse que había sido aceptado como un
maestro, fue considerado con respeto, fue apoyado por muchos
que gozaban de fortuna y consiguió una reputación que alcan‐
zaba hasta muy lejos, y fue llamado también Tathagatha, que sig‐
nifica El Que Lo Ha Conseguido. Hay que notar que, si bien la
diosa Kali (conocida en ocasiones como Durga en sus momentos
más suaves) nunca hizo pública una opinión formal sobre su con‐
dición búdica, le rindió el singular honor de enviarle su ejecutor
sagrado para ofrecerle su tributo, en vez de un simple asesino pa‐
gado...
No hay desaparición del auténtico Dhamma
hasta que un falso Dhamma surja en el mundo.
Cuando surge el falso Dhamma, hace que el au‐
téntico Dhamma desaparezca.
Samyutta‐nikaya (U, 224)
128

