Page 194 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
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En consecuencia, uno ve tanto lo agradable como


                  lo feo. Así, el ojo está tocado por el mal.

                     Meditaron sobre el udgitha como oído, pero los

                  demonios  lo  atravesaron  con  el  mal.  En  conse‐


                  cuencia, uno oye tanto cosas buenas como malas.

                  Así, el oído está tocado por el mal.


                     Meditaron  sobre  el  udgitha  como  mente,  pero

                  los demonios lo atravesaron con el mal En conse‐

                  cuencia, uno piensa lo que es conveniente, cierto y


                  bueno  y  lo  que  es  inconveniente,  falso  y  depra‐

                  vado Así, la mente está tocada por el mal.

                                                   Chhandogya Upanishad (I, ii, 1‐6)




             El Pozo del Infierno se halla en la cima del mundo y des‐


          ciende hasta sus raíces.

             Probablemente es tan viejo como el propio mundo; y si

          no lo es, debería serlo, porque parece como si lo fuera.


             Empieza con un portal. Hay una enorme y pulida puerta

          de metal, erigida por los Primeros, tan pesada como el pe‐

          cado, de tres veces la altura de un hombre y la mitad de


          anchura. Su espesor es de un codo, y tiene una argolla de

          latón del tamaño de una cabeza, una complicada cerradura

          con una placa a presión y una inscripción que dice hosca‐


          mente: «Márchate. Éste no es un lugar donde estar. Si in‐

          tentas entrar aquí, fracasarás y además serás maldito. Si de


          alguna forma tienes éxito, entonces no te quejes de que en‐

          traste sin ser advertido, ni nos molestes con tus plegarias

          en tu lecho dé muerte.» Firmado: «Los Dioses.»




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