Page 29 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
P. 29

y los salientes rocosos se iban haciendo más y más promi‐


        nentes. De todos modos, Sam había pasado por aquel lu‐

        gar, de modo que Tak siguió adelante. Sobre su cabeza, el

        Puente de los Dioses, de color amarillo polen, se desvane‐


        ció cuando las nubes siguieron firmemente su camino ha‐

        cia el este. Llameó el relámpago, y ahora el trueno le siguió


        casi de inmediato. El viento era más fuerte allí al abierto,

        las  hierbas  se  inclinaban  ante  él,  la  temperatura  pareció

        descender en picado.


           Tak notó las primeras gotas de lluvia y se apresuró a bus‐

        car refugio bajo uno de los salientes de roca. Formaba como

        una especie de estrecho seto, ligeramente inclinado contra


        la lluvia Tak caminó arriba y abajo por su base mientras las

        aguas se desataban y el color abandonaba el mundo junto


        con el último ápice de azul en el cielo.

           Un mar de luz turbulenta apareció sobre su cabeza, y tres

        veces derramó haces que descendieron en un loco crescendo


        para estrellarse contra el colmillo de piedra que se curvaba,

        negro contra el viento, aproximadamente a medio kilóme‐

        tro ladera arriba.


           Cuando la visión de Tak se aclaró, vio algo que sólo en‐

        tonces comprendió. Era como si cada rayo que había caído

        hubiera depositado una parte de sí mismo junto al suelo,


        de  pie,  oscilando  ligeramente  en  el  gris  aire,  pulsando

        fuego,  pese  al  agua  que  seguía  cayendo  firmemente  del


        cielo.

           Entonces Tak oyó una risa ¿o era un sonido fantasmal de‐

        jado en sus oídos por el reciente trueno?




                                                                                                              29
   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34