Page 535 - Hijos del dios binario - David B Gil
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sumida en una penumbra atenuada por el
resplandor del balcón.
Quienquiera que fuese el recién llegado, no
parecía dispuesto a marcharse, pues cuatro golpes
secos volvieron a resonar en aquella quietud de
alientos suspendidos.
Clarice se estiraba sobre la alfombrilla
extendida en el salón vacío. Frente a ella, una
proyección mostraba la imagen estática procedente
de la cámara que había instalado en la ventana.
Sentada con las piernas cruzadas, entrelazó las
manos a la espalda y tiró de los hombros hacia
atrás, estirando el cuello y el pecho. Aguantó la
postura unos segundos antes de dar por concluido
el entrenamiento, liberando la tensión de los
músculos con un suspiro de satisfacción. Llevaba
allí todo el día, atenta durante las primeras horas a
la imagen cincelada sobre la pared; las siguientes,
intentando matar el aburrimiento con esporádicas
consultas en la Red; y las dos últimas, haciendo
ejercicio: flexiones, abdominales, sombras frente a
un espejo y, por último, estiramientos.
Se puso en pie y sacó una toalla de la bolsa de
cuero que había dejado en un rincón. Vestía un
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