Page 141 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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con que cada uno entiende el discurso de manera diferente y gran parte de esto tiene que ver con
el referente. Cada uno de nosotros tiene experiencias distintas y desde esas experiencias hemos
aprendido a darles diferentes significados a las palabras. Entonces, a veces, creemos que nos
entendemos porque hablamos el mismo idioma y resulta que no es así porque cada palabra tiene
para nosotros una connotación diferente en función de la experiencia previa.
Entre estudiantes y docentes es difícil establecer un código común, ya que la falta de
referentes compartidos hace que este lenguaje común sea ilusorio. Hacer un código común lleva
tiempo, requiere de una experiencia compartida e implica un intercambio y la posibilidad de
indagarse mutuamente. Damos por sentado que el otro utiliza o entiende o significa de la misma
manera las ideas, los objetos, las cosas a las que nosotros nos estamos refiriendo, y a veces no es
así.
Pichon-Rivière le da especial importancia al vector aprendizaje y al vector comunicación, ya que no
existe aprendizaje sin comunicación. Si la comunicación es deficitaria impide el aprendizaje.
Existe diferencia entre transmitir la información y comunicarse. La comunicación no es
transmisión de información, es una correspondencia entre el emisor y el receptor, o entre más
personas, el primero implica exponer contenidos, en cambio el segundo implica un proceso de ida
y vuelta, entre el receptor y el emisor.
La participación de los estudiantes es un indicio de lo que se está comunicando es
escuchado, y más aún si esa participación es pertinente, es indicador de que lo que se comunica, se
entiende. Como señalábamos en el aula, las conversaciones se superponen. Mientras el docente
habla, algunos estudiantes hablan acerca de otros temas. Existe una comunicación implícita entre
los estudiantes que recurren a códigos y con frecuencia es el docente es el que queda marginado.
4. ¿Por qué los estudiantes no participan en clases?
Durante las diferentes clases se observa que son pocos los estudiantes que participan de las
clases. Durante una de ellas (Registro de observación, julio 2011) el docente interpela a sus
estudiantes para que participen, sin embargo, no logra que lo hagan. Luego de la clase, comentó lo
frustrante que fue esta situación. Eso nos llevó interrogarnos acerca de porqué son escasos los
estudiantes que participan pertinentemente en el aula. Poder participar en clase para los
estudiantes no es tarea fácil, ya que está teñida de diferentes connotaciones.
Una de las estudiantes señala:
Laura: (El profesor nos propone hacer una obra de teatro) porque dice que tenemos la
autoestima baja. Es que nosotros nos quedamos callados no decimos nada. Josefina:
parecemos momias, ah y estatuas. Laura: nos quedamos callados ahí en la hora de clase no
decimos nada. Josefina: pero en todas las materias somos así. Laura: sí. Entrevistadora: ¿sí?…
¿por qué no participan? Laura: excepto en la de la profe Aguirre. Es que vemos por cómo son
los profesores; por ahí es aburrido o a veces si vos tas…participas en todas las materias es
como que estás… como dicen chupándole las medias a los profesores, y es más o menos
embolante por que miran mal a los demás. Entrevistadora: claro ustedes no pueden participar
porque si no los otros le dicen chupamedias ¿así? Laura: y no más o menos porque mi
compañero Luca, mi compañero Fede siempre fue el bocho (…) Josefina: claro porque él
siempre fue callado también. Laura: si él siempre fue callado, fue difícil hacerlo hablar. Pero
es buenito también. (Entrevista a estudiantes, diciembre 2011)
En esta entrevista se menciona al estudiante catalogado como “bocho” (Fede), quien tiene
adjudicado el rol que lo habilitaría para poder participar en clases, sin embargo, señalan que
siempre fue callado. Estas estudiantes afirman que durante las clases parecen momias o estatuas.
Las momias son cadáveres humanos que mediante un proceso de embalsamiento se han mantenido
en aceptable estado de conservación. Podríamos decir que los alumnos no participan tras un largo
proceso de “embalsamiento”, de disciplinamiento de su cuerpo en la institución educativa, que logró
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