Page 18 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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hegemónico vinculado a la “perspectiva crítica”, la cual exige la lucha por la superación de las
condiciones sociales de desigualdad generadas por el capitalismo, lo que visibiliza la realización de
humanización y de ciudadanía (Kuenzer, Rodrigues, 2007). Esta es una lucha transformadora, en la
cual confluyen movimientos vinculados a proyectos sociales y económicos que definen tendencias
pedagógicas que, históricamente, dan vigor a la actividad emancipatoria de nuestro tiempo.
Investigaciones sobre formación docente: desenmascarando posicionamientos
epistemológicos y políticos.
Al reflexionar sobre las epistemologías, sus principios y concepciones, se puede inferir que
las elecciones epistemológicas de los profesores-investigadores sustentan un ethos académico que
marca el conocimiento producido, la formación, la educación. Las racionalidades sustentadas
alimentan la construcción de políticas educacionales, que también defienden valores, creencias,
ideas, intereses, posicionamientos de sus autores. Esas racionalidades sirven de soporte a las
reformas sociales y se instalan como campo de manifestación de contradicciones. Tales aspectos
han sido destacados en varios estudios, como los de Scalcon (2008), Neves (2013), Brezezinsk
(2008). En conjunto, las propuestas de los autores delinean opciones epistemológicas vinculadas a
la concepción de la relación teoría-práctica como praxis. Estos estudios ofrecen pistas sobre cómo
parte de la producción académica de conocimiento, en la región centro-Oeste de Brasil han
sustentado políticas de formación y profesionalización de profesores orientados por la lógica
mercadológica.
Si analizar la producción académica sobre profesores, en la región Centro-Oeste brasileña,
periodo 1999-2009, encontramos que, para los trabajos fundamentados en la epistemología de la
práctica, la meta de la formación es el llamado profesor reflexivo, caracterizado por limitarse a
pensar su propia práctica: concibe el conocimiento apenas como resultante de la experiencia del
trabajo, privado de sistematización teórica. En esta concepción de formación, se ha secundarizado
los fundamentos teóricos, por lo tanto, de desvalorización de la praxis, conforme se ha discutido.
En la perspectiva de la epistemología de la praxis, sustentada en indicadores de calidad social
de la concepción del profesor, así definidos: sujeto históricamente situado, marcado por las
relaciones políticas, económicas y culturales; producto y productor de la realidad social, cuyo
trabajo proporciona oportunidades de construcciones diversas, de manera crítica, abierta y
autónoma, lo que demanda la elaboración de conocimientos emancipatorios, entendidos como
praxis. En cuanto a la escuela, ésta es parte inseparable de la totalidad social y representa una
posibilidad de ruptura y transformación de la sociedad, al proporcionar la construcción de
conocimiento emancipador (Souza; Magalhães, 2014).
En relación a la calidad educacional, partimos de la idea que la epistemología de la práctica
es legitimada por las orientaciones de organismos multilaterales, como el Banco Mundial, que
defienden el concepto de calidad educativa neoliberal para la formación y la educación. De esa
manera, subtrae a la educación y la formación su relevancia social, limitándolas a las actividades
técnicas, desligadas de las dimensiones política, ética, estética y cultural.
En nuestro entendimiento, esta concepción de calidad neoliberal, reduce la premisa
ontológica de la educación y el trabajo como constituyentes del sujeto social. Consideramos que
aunque el capitalismo destaque el trabajo como presupuesto de la existencia humana, lo que
realmente genera es la alienación del hombre de su trabajo y del trabajo de su productor, socavando
el principio fundamental y ontológico del trabajo que es la omnilateralidad y la transformación de
la realidad, conforme nos enseñó Marx (2006).
La asimilación, defensa y difusión de esa concepción son posibles por la construcción del
consenso que busca dar legitimidad a la ideología neoliberal, movimiento que se consolida en la
creación y propagación de ideas que pasan a ser aceptadas por la sociedad, comprendidas y
asumidas como indicadores de calidad hegemónica de la educación, implantados a partir de una
lógica regulatoria.
En contraposición, la REDECENTO se fundamenta en la epistemología de la praxis para la
construcción de indicadores de calidad social para la formación y la educación. La consolidación de
estos indicadores, en lo que refiere a la formación, se apropia de los análisis desarrollados por Souza
(2014), que recorre la concepción de educación como Bildung, a partir de Hegel (1998). Para este
autor, la educación entendida como proceso integral de formación histórica; como camino de
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