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en relación a la delegación de cuidados de otros miembros de la familia, que también emerge como
variable significativa en la continuidad de sus estudios
Las dimensiones temporales y espaciales se ponen en juego y en tensión cuando los estudiantes
ingresan a la universidad, produciendo movimientos contradictorios y crisis al interior del grupo
familiar.
Ana Quiroga (1991:30) en relación a la crisis expresa: “Las crisis generan condiciones de
aprendizaje social en tanto el movimiento de desestructuración de referentes no es unívoco, no
genera sólo confusión. Abre también un potencial espacio a la búsqueda de caminos alternativos, a la
creatividad individual y colectiva”.
Conclusiones
Ana Quiroga (1991: 66) señala a través de la ‘acción significante del otro’ “… quién desde la
gratificación o la frustración, la cercanía o la distancia, la permisibilidad y la aceptación, o la
prohibición, y el rechazo nos sostiene y nos modela, siendo cada uno de esos actos, a la vez portador
de un orden social que contiene y determina ese vínculo”.
El grupo familiar en tanto estructura tiene rasgos universales o compartidos con otros grupos
familiares pertenecientes al mismo orden social; sin embargo, como estructura de interacción,
desarrolla procesos únicos, irrepetibles, peculiares, singulares respecto a otros grupos familiares y a
cada uno de sus miembros.
La familia, que está inserta y determinada por un orden social, transmite las concepciones de
aprendizaje, la ideología vigente en ese orden social. Pero no sólo lo vigente o dominante, también es
espacio de lucha ideológica y puede transmitir concepciones alternativas.
La dimensión espacial en el relato de los/as participantes del grupo focal, nos llevan a
reflexionar acerca de cómo (…) los vínculos que las personas establecen con los espacios han sido
según Tomeu Vidal Moranta y Enric Pol Urrútia (2005) “objeto de análisis desde múltiples
perspectivas”. Entre ellas el apego al lugar, la identidad de lugar [el espacio casa, facultad etc], la
identidad social urbana o el espacio simbólico urbano [la facultad y la universidad como único
espacio para estudiar] son algunos de los principales conceptos con que se abordan procesos que
dan cuenta de la interacción de las personas con los entornos y sus principales efectos”.
Acordando con Tomeu Vidal Moranta y Enric Pol Urrútia (2005; p. 281-297) sostenemos que
es “A través de la acción sobre el entorno, las personas, los grupos y las colectividades transforman
el espacio, dejando en él su “huella”, es decir, señales y marcas cargadas simbólicamente.”
Asimismo, sostenemos con Vidal, T., Pol, E., Guàrdia, J. y Peró, M. (2004), que “Mediante la
acción, la persona incorpora el entorno en sus procesos cognitivos y afectivos de manera activa y
actualizada. Las acciones dotan al espacio de significado individual y social, a través de los procesos
de interacción” Del mismo modo, pensamos que la importancia del tiempo, como dimensión
necesaria para estudiar en la universidad, en los discursos de los tutores/as, aparece como un tiempo
no lineal, en tanto la temporalidad es tomada desde sus procesos de significación más que desde su
acumulación. La proximidad y lejanía, es decir lo que se considera pasado y futuro está tomado en
función de lo que signifiquen estos en el momento presente. (Gil, A 2006)
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