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ARTÍCULOS Niños musicales. Autodidactas del siglo XXI

    diaria y constante, de forma individual o          la lengua inglesa ocupan la segunda lí-
    en grupo, desarrollan considerablemen-             nea de prioridades. En vista del panora-
    te aspectos motrices, afectivos y cogni-           ma educativo, si la pedagogía musical no
    tivos que probablemente no se desarro-             encuentra nuevos argumentos veraces
    llarían con la ausencia de tal práctica.           que justifiquen la música en las aulas
    Distinto es que la comunidad educativa             siguiendo la estela de los nuevos mode-
    crea que es eso lo que sucederá a los              los de enseñanza, nuevas disciplinas
    treinta niños de una clase con unos mi-            tecnológicas que incidan en lo antes di-
    nutos semanales de flauta dulce e instru-          cho acabarán fagocitando a la educación
    mental Orff. En realidad, para desarro-            musical tal como hoy la impartimos.
    llar semejantes destrezas hacen falta              Desaparecerá de los colegios, sin más; y
    horas de práctica, constancia y mucho,             la memoria del patrimonio musical se
    mucho esfuerzo personal. La educación              verá seriamente comprometida; aún más
    musical languidece y no debemos con-               seriamente comprometida.
    formarnos con alegar en su defensa que
    “favorece el desarrollo integral del ni-             ¿Merece la pena una educación musi-
    ño”. Si queremos que tal aserción siga             cal como la que actualmente imparti-
    vigente tendremos que alimentarla y                mos? ¿Es necesario reinventar la educa-
    dotarla de una significación actualizada,          ción musical? Si es así, ¿hacia dónde
    de innovación pedagógica y de resulta-             debemos dirigir los pasos? Incidiré más
    dos que la avalen. Las dos sesiones de             adelante en estas preguntas. Antes, se
    música semanales –cuando no una– son               hace necesario profundizar en otros con-
    inocuas a tan altos fines. No hay corre-           ceptos.
    lación entre los pretenciosos objetivos
    que se reflejan en la LOE y los medios             6. ¿Por dónde empezar?
    parar lograrlos. Basta con hacer balance
    de los últimos veinte años de educación              Retomando ideas ya expuestas, he
    musical y meditar sobre el resultado so-           apuntado que al enseñar debemos partir
    cial obtenido.                                     del objetivo pedagógico de crear una co-
                                                       munidad educativa donde los niños
      “Áreas pujantes”, decía tres párrafos            aprendan dichosos de aprender. Debe-
    arriba. Haciendo un pequeño inciso, la             mos partir también del objetivo metodo-
    educación, en su tarea de formar ciuda-            lógico de enseñar a aprender. Aun des-
    danos operativos y útiles para el mundo            conociendo el proceso, todo parece
    laboral, ha optado por dar absoluta prio-          apuntar a que es en el desarrollo del
    ridad a la formación matemática y lin-             pensamiento hipotético-deductivo don-
    güística de los alumnos, a fin de desple-          de se encuentra la solución a esto último.
    gar un pensamiento hipotético-deducti-             Cabe entonces hacerse una primera pre-
    vo, lateral y divergente incidiendo en la          gunta: ¿Es tal forma de pensamiento
    importancia de la resolución de proble-            factible en cualquier individuo? ¿Real-
    mas y la comprensión lectora. Tras esto,           mente llegan todos los adultos, con la
    las tecnologías de la información y la             madurez, a una forma de razonamiento
    comunicación junto con el dominio de               abstracto?Tal vez, el deseo de una socie-

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