Page 71 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei                               Gabri e l Berm údez Casti llo


            botón rojo en uno de los lados. Lo oprimió con el canto

            de una uña, y simultáneamente, dos pequeños puntos

            luminosos, separados entre sí como medio centímetro,


            aparecieron sobre el disco nacarado.


               —He tenido suerte —murmuró, y se dejó caer sobre

            la rugosa corteza del árbol.


               Pasó  aún  un  buen  rato  allí,  delectándose  con  la


            contemplación  del  bosque  y  con  los  renovados

            perfumes vegetales que llegaban a su olfato. Durmió

            ligeramente durante algunos minutos, despertándose


            sobresaltado,  con  el  temor  de  que  alguna  fiera

            carnívora  pudiera  aparecer.  Poco  a  poco,  el  sol  iba

            levantándose  en  el  cielo,  y  sus  rayos  caían  más


            perpendiculares sobre el bosque. Sentía una sensación

            de  placidez,  de  bienestar.  Al  mismo  tiempo,  una


            bendita pereza le había invadido; aun cuando se daba

            cuenta de que era preciso que se levantara y comenzara

            a  caminar,  se  encontraba  tan  bien  allí,  que  trató  de


            convencerse a sí mismo de que unos momentos más

            eran indiferentes.


               —Vamos, Sergio —dijo, en voz alta—. Vamos allá.


               Le agradaba el sonido de su voz, amortiguada por la


            masa  de  hojas  y  de  madera.  Y  le  gustaba  aquella

            extraordinaria amplitud, no limitada por paredes más

            o  menos  próximas,  ni  por  anuncios  flotantes.  La




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