Page 239 - El Crecimiento Sostenible en RD
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torno sobre el capital de renta variable a las ventas de  éxito hasta la fecha— con el ?n de corregir condi-       Sector eléctrico C A P Í T U LO 1 2
energía, y no se especi?ca un volumen de compra de        ciones contractuales que considera desfavorables.
energía obligatorio. El propietario de la planta percibe  La consecuencia de tal estado de renegociación casi
una remuneración básica que cubre sus costos ?jos,        permanente es, sin duda, la retracción de la inversión
entre los que se incluye el costo del capital de renta    privada que, ante este nivel de inseguridad jurídica,
?ja (endeudamiento). Las ganancias para el capital de     exige garantías cada vez mayores o una recuperación
renta variable provienen de mejoras en la gestión de      más rápida de la inversión. Así lo muestran las gran-
la planta que resultan en ahorros con respecto a los      des di?cultades experimentadas para la construcción
parámetros del contrato. Por ejemplo, si las ventas       de plantas de carbón por parte de la CDEEE, que se
de energía se remuneran a un valor que corresponde        han visto frenadas por la exigencia de fuertes garan-
a un índice del precio internacional del combustible      tías ?nancieras, y la interrupción de la inversión en
multiplicado por un valor de conversión de la energía     nuevas plantas de generación desde 200413. Todo ello
de este combustible en energía eléctrica, el propieta-    no hace sino encarecer el costo monómico de la ener-
rio aumenta el retorno sobre su inversión si es capaz     gía proveniente de nuevas inversiones y, por ello, crea
de aumentar la e?ciencia de conversión de la planta,      el círculo vicioso, puesto que aumenta las di?cultades
o conseguir combustible a un precio menor del valor       ?nancieras del sector y, en respuesta, lleva a nuevos
del índice escogido; pero el retorno también puede        intentos de renegociación.
caer si el propietario no opera la planta e?cientemen-
te y la tasa real de conversión energética es menor       12.3.6 Privatización y liberalización
a la indicada en el contrato. En resumen, las mejores
prácticas en este tipo de contratos crean incentivos      Las fallas del modelo IPP llevaron, tras grandes deba-
para aumentar la e?ciencia en la gestión de las plan-     tes, a una profunda reforma del sector eléctrico en
tas en vez de aislar al propietario de cualquier ries-    el período 1999–2002, basada en los modelos interna-
go mediante la transferencia de todos los riesgos al      cionales de entrada de capital privado en la genera-
comprador.                                                ción y la distribución, así como en la creación de un
                                                          mercado mayorista de electricidad con libertad para
El recurso a una energía costosa y en condiciones         invertir en nuevas plantas según las expectativas de
contractuales desfavorables ha dado lugar a otro cír-     los bene?cios ?nancieros.
culo vicioso en el sector: el de las renegociaciones
casi habituales de los contratos de compra. El primer     La reforma del sector, como lo han resaltado nume-
ciclo de renegociación generalizada se dio con el lla-    rosos informes14, no conllevó sin embargo a la solu-
mado Acuerdo de Madrid, realizado en 2002, con el ?n      ción de los problemas de fondo del sector descritos
de reducir el costo de la energía eléctrica a corto pla-  anteriormente. En particular, resulta claro que el Es-
zo. El Acuerdo de Madrid supuso un desplazamiento         tado no renunció al control sobre las tarifas y aportó
de ciertos ingresos de los IPP del corto al largo plazo.  escasos incentivos para la reducción de las pérdidas
Con ello se consiguió una reducción de los precios pa-    no técnicas. A consecuencia de ello, las di?culta-
gados a los IPP a corto plazo, pero a costa de mayores    des ?nancieras del sector no fueron resueltas por
costos en el futuro. La segunda ronda de negociacio-      la reforma, a pesar de las importantes inversiones
nes tuvo lugar en 2003–2004, con el ?n de transferir      en la generación, las cuales aumentaron conside-
los contratos de la CDEEE a las distribuidoras, como      rablemente la potencia instalada y su con?abilidad.
era lógico en el nuevo marco institucional del sec-       En contraste con la experiencia de otros países ibe-
tor. Ese no fue el caso para Smith & Enron y CESPM.       roamericanos, la entrada de operadores privados
Por último, desde 2004, la CDEEE se ha embarcado          de las empresas de distribución no resultó en una
en un tercer proceso de renegociación —de escaso          disminución signi?cativa de las pérdidas y del frau-

13 Entrevista con Marisol Vicens, Santo Domingo, 27 de mayo de 2008.
14 Véase, por ejemplo, AEAI (2003); Almonte y Perelló (2004); AES Dominicana (2004).

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