Page 326 - El Crecimiento Sostenible en RD
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Proceso de formulación de políticas públicas C A P Í T U LO 1 6  concebidas para aislar el empleo en la administración    EE.UU. en ese empeño. Balaguer respondió iniciando
                                                                 pública y el gasto gubernamental de la contienda polí-   negociaciones con ambos partidos de oposición y
                                                                 tica; y por otro lado, reformas electorales formuladas   acabó por llegar a un acuerdo, el llamado “Pacto por la
                                                                 para maximizar los frutos de campañas universales o      Democracia”, que le dio la presidencia al octogenario
                                                                 programáticas, y minimizar la viabilidad de intereses    político por un período abreviado de dos años y creó
                                                                 de sectores particulares. Por ejemplo, la Ley de Servi-  toda una serie de reformas concebidas para: (i) so-
                                                                 cio Civil y Carrera Administrativa promulgada en 1991    cavar el personalismo prohibiendo la reelección in-
                                                                 (Ley Nº 14-91) buscaba garantizar la estabilidad labo-   mediata del presidente; (ii) alentar intereses más am-
                                                                 ral de los funcionarios públicos cali?cados (Ventura     plios mediante la imposición de una segunda vuelta de
                                                                 Camejo, 2005). La Ley de la Carrera Judicial de 1998     desempate; (iii) inhibir el fraude creando cabinas de
                                                                 (Ley Nº 327-98) ofrecía seguridades similares a los      votación cerradas; (iv) eliminar el efecto presidencial
                                                                 jueces cali?cados (Banco Mundial, 2001). De igual ma-    de “pisar los talones” mediante la separación de los
                                                                 nera, se han otorgado protecciones y garantías según     comicios legislativos de los presidenciales; y (v) des-
                                                                 las necesidades a médicos, docentes, diplomáticos y      politizar el Poder Judicial, trasladando la responsa-
                                                                 procuradores (Ventura Camejo, 2005). Asimismo, la        bilidad del nombramiento de los magistrados de la
                                                                 Ley de Carrera Administrativa del Congreso Nacional      Suprema Corte de Justicia (SCJ) a una comisión es-
                                                                 de 2006 (Ley Nº 02-06) también ofrece incentivos y       pecial (el Consejo Nacional de la Magistratura o CNM)
                                                                 estabilidad laboral al personal técnico de la carrera    integrada por representantes de los tres poderes pú-
                                                                 legislativa (Congreso Nacional de la República Domi-     blicos y otorgando estabilidad laboral de por vida a
                                                                 nicana, 2006).                                           los magistrados (Hartlyn, 1998).

                                                                 La política de clientelismo encararía su desafío más     En otras palabras, ese acuerdo no solo le impidió a
                                                                 peligroso, no a través de la reforma administrativa y    Balaguer buscar la reelección en 1996, sino que buscó
                                                                 judicial, sino a través de los cambios constitucionales  socavar las bases mismas de su régimen neopatrimo-
                                                                 que resolvieron la crisis electoral de 1994. Después de  nial al: (i) dar a los partidos una mayor expectativa
                                                                 todo, en las elecciones presidenciales de 1994 se en-    de vida que a sus personalidades políticas; (ii) hacer
                                                                 frentó el presidente Balaguer del Partido Reformista     menos viables las “alianzas electorales oportunistas”
                                                                 (PRSC) a José Francisco Peña Gómez del PRD y a Juan      (Hartlyn, 1998, pág. 225) que los intereses universales
                                                                 Bosch del PLD, y estas se desenvolvieron, al igual que   o programáticos; (iii) levantar impedimentos institu-
                                                                 las anteriores, siguiendo una fórmula de pluralidad      cionales al fraude electoral; (iv) insu?arle nueva vida
                                                                 electoral que alentó a los candidatos “a dividir su      al Poder Legislativo, y (v) habilitar un Poder Judicial
                                                                 oposición sin invertir más esfuerzo que el necesa-       independiente.
                                                                 rio y a unir fuerzas sin renunciar a más poder que el
                                                                 que hiciera falta”, y, al actuar de esa manera, “acre-   ¿Cuáles fueron los resultados? Aunque se anticipaba
                                                                 centaron y alimentaron aún más el sistema político       en general que la segunda vuelta en las elecciones
                                                                 neopatrimonial de intrigas, descon?anza y alianzas       haría aumentar el número real de partidos políticos,
                                                                 inestables” (Hartlyn, 1998, págs. 224–25).               lo que complicaría la gestión gubernamental, ese
                                                                                                                          efecto no se ha producido en la República Dominica-
                                                                 Por ese motivo, la posibilidad de fraude inquietó a      na. Jones, por ejemplo, predijo un aumento del núme-
                                                                 los opositores de Balaguer en la antesala de las elec-   ro real de partidos y la correspondiente disminución
                                                                 ciones de 1994, y tanto los veedores internacionales     del porcentaje de votos captados por los dos parti-
                                                                 como los analistas especializados observaron irre-       dos principales en la primera vuelta de los comicios
                                                                 gularidades importantes durante los comicios pro-        presidenciales tras la adopción de los procedimientos
                                                                 piamente dichos. Aunque la Junta Central Electoral       de desempate en 1994 (Jones, 1994). Por el contra-
                                                                 declaró ganador a Balaguer a despecho de las irre-       rio, el número real de partidos disminuyó en vez de
                                                                 gularidades, la oposición no solo cuestionó su triunfo,  aumentar a lo largo de los diez años subsiguientes
                                                                 sino que recibió el apoyo tácito de la Embajada de       (Espinal, 2008a; Guzmán, 2008); el porcentaje de vo-

316 La ruta hacia el crecimiento sostenible en la República Dominicana
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