Page 329 - El Crecimiento Sostenible en RD
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un tío— activo en la política (Alcántara, 2008). Para GRÁFICO 16.6 ? HACER POLÍTICA FAVORECIENDO ALNo. senadores
?nes de comparación, el nivel de participación fami- TERRUÑO ENTRE LOS SENADORES DOMINICANOS Proceso de formulación de políticas públicas C A P Í T U LO 1 6
liar en la política entre diputados del PRD y el PLD
se aproxima al nivel promedio de América Latina en 25
su conjunto, de por sí elevado, de 55% (Alcántara,
2006). 20
Hacer política favoreciendo al terruño. Los polí- 15
ticos que se sirven del clientelismo tienden a pasar
más tiempo con sus representados o a desarrollar 10
estilos de hacer política de maneras que tienden a
favorecer al terruño (Fenno, 1978) en mayor medida 5
que sus contrapartes de inclinaciones más programá-
ticas. Acrecientan y mantienen sus bases de apoyo 0 PRD PRSC
no por medio de una legislación que responda a los PLD Partido
intereses del país ni vigilando la puesta en práctica
de la legislación por parte del Poder Ejecutivo, sino SIN OFICINA VISIBLE CON OFICINA VISIBLE
dispensando favores a los consabidos “muchachos de EN SU JURISDICCIÓN EN SU JURISDICCIÓN
mi tierra” (Milnor, 1969, p.31)7.
Fuente: datos tomados del sitio web del Senado (www.senado.gov.do) en
Un indicador sencillo de que un legislador puede es- agosto de 2008.
tar haciendo política con ese estilo es si mantiene o Notas: Los senadores que publicitan sus o?cinas en sus jurisdicciones
no un despacho en su jurisdicción original. “Los le- electorales de origen a través de Internet se indican como positivos,
gisladores que viajan frecuentemente a sus distritos mientras que los que no tienen o?cinas en sus jurisdicciones de origen
electorales o que tienen allí una o?cina bien dotada o que no las publicitan se indican como negativos. Las diferencias entre
de personal ejercen un tipo distinto de representa- los partidos son considerables, con p ? .05 bien sea bajo un ji cuadrado
ción que los que no hacen ninguna de esas dos co- (X2 = 6.3 con dos grados de libertad) o la prueba exacta de Fisher para
sas”, explican Rachael Ingall y Brian Crisp (2001, pág. muestras más pequeñas y sin correlación con las características exóge-
488). “Aquellos le con?eren una importancia signi?- nas de las jurisdicciones (por ejemplo, tamaño, ubicación, ingresos, etc.).
cativa a los asuntos de su región, mientras que estos
pueden ocuparse mucho más de cuestiones de escala examinando las diferencias que pueda haber entre los
nacional o partidista y, además, pueden estar menos partidos en cuanto al mantenimiento y la visibilidad
conscientes de los puntos de vista de sus representa- de o?cinas en las jurisdicciones electorales de origen
dos” (Ingall y Crisp, 2001, p.488). entre los senadores actuales (véase el Grá?co 16.6).
¿Cultivan los legisladores reformistas y sus rivales del Aunque no más de la mitad de todos los senadores
PRD y el PLD estilos distintos de hacer política de te- mantienen una o?cina propiamente dicha en sus ju-
rruño? Los senadores tienen a su disposición recursos risdicciones de origen, los cuatro senadores refor-
de los cuales pueden disponer con mayor libertad que mistas sí lo hacen. Los senadores del PRD tienden a
los diputados y, por tanto, esta pregunta se aborda mantener o?cinas propiamente dichas en sus juris-
dicciones de origen, aunque no en todos los casos,
mientras que los senadores del PLD tienden a concen-
trar su atención en la capital.
Las diferencias de un partido a otro en cuanto al es-
tilo de terruño tampoco es de reciente cuño. Por el
7 Hay quienes sostienen que la formulación y promulgación de leyes no es más importante que la prestación de servicios a los
electores, pero en un mundo de recursos legislativos limitados no deja de haber tensión entre estos dos objetivos. “El pri-
mero procura tomar decisiones que bene?cien al país entero”, explica Joel Barkan, “mientras que el segundo, por de?nición,
atiende los intereses de un sector más reducido de la sociedad” (Barkan, 2008, p. 126; véase también Brinkerhoff y Goldsmith,
2002). Además, los distintos estudios publicados en América Latina hacen pensar que la prestación de servicios a los votantes
de la jurisdicción electoral propia tiende a ir de la mano con la política de clientelismo (véase, por ejemplo, Taylor 1992; Ingall
y Crisp, 2001).
PARTE 6 ? El marco institucional 319

