Page 330 - El Crecimiento Sostenible en RD
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Proceso de formulación de políticas públicas C A P Í T U LO 1 6 contrario, los diputados del PLD exhiben un mayor 16.3.2 O ¿dos pasos hacia adelante y uno
interés en los asuntos nacionales y menos en los de hacia atrás?
las provincias que representan, no solo cuando su
partido está en el poder, sino también cuando está En términos más generales, la iniciativa del Senado de
en la oposición. Aunque solo se dispone de datos hacer rendir cuentas a los integrantes de la Cámara por
sobre las o?cinas en las jurisdicciones de origen haberse otorgado a sí mismos un aumento de salario
del contingente actual de senadores, otros indica- de manera ilícita y por su conducta ine?ciente brinda
dores revelan diferencias persistentes de compor- una oportunidad fortuita de evaluar los logros y las li-
tamiento legislativo. Por ejemplo, la Universidad mitaciones de las iniciativas de modernización empren-
de Salamanca realizó una encuesta entre los dipu- didas por los dominicanos a lo largo de los últimos dos
tados dominicanos en 2003 y concluyó que los del decenios. Los observadores que señalan que la iniciati-
PLD le conferían relativamente menor importancia va del Senado de investigar y sancionar a la Cámara de
a la representación de sus provincias y la procura Cuentas no se habría producido durante el gobierno de
de recursos para las mismas, y relativamente mayor Balaguer están muy probablemente en lo cierto. Des-
importancia a la disciplina partidista que sus rivales pués de mucho esperar, los legisladores ?nalmente han
(Alcántara, 2003)8. ganado la independencia, los conocimientos y la expe-
riencia que necesitan para hacerle frente al presidente
En pocas palabras, la salida de Balaguer se ha vincu- cuando ello convenga a sus intereses, y la democracia
lado no solo con el declive de su partido, sino tam- dominicana ha cosechado los frutos de su empeño. Sin
bién con la desaparición de su estilo excesivamente embargo, los expertos que ubican el origen del escán-
presidencialista de hacer política (Jiménez Polanco, dalo en las necesidades electorales del presidente tam-
1999; Agosto, 2004). Los resultados se mani?estan poco se equivocan, porque la venalidad de la Cámara de
en toda una serie de problemas e instituciones. No Cuentas es al mismo tiempo causa (Castaños Guzmán,
solo ha disminuido la discrecionalidad del Ejecutivo, 2008) y síntoma (Participación Ciudadana, 2008a) de la
sino que además los demás poderes públicos han persistencia de la política de clientelismo en la Repú-
comenzado gradualmente a ejercer su función de blica Dominicana: los políticos nombran a aliados —en
frenos y contrapesos. Por ejemplo, legisladores del lugar de contadores independientes— para la Cámara
PRD bloquearon el “paquetazo” de reformas de mer- de Cuentas; los aliados políticos no están dispuestos a
cado presentado por el presidente Fernández en 1997 cumplir con sus obligaciones legales ni tienen los me-
(Moreira, 1999). La Suprema Corte de Justicia anuló dios para hacerlo de manera oportuna, independiente
las partes inconstitucionales de la Ley de Carrera y competente y, por lo tanto, la República Dominicana
Judicial y también impidió la creación de nuevos im- está atrapada en un equilibrio político perverso.
puestos por decreto (Prats et al., 2000; Marsteintre-
det, 2004). Asimismo, más recientemente el Senado En otras palabras, las reformas electorales adopta-
ha sometido a la Cámara de Cuentas a un proceso de das en 1994 alentaron a los candidatos a ampliar su
investigación, plagado por escándalos, en una inicia- popularidad no mediante el abandono de programas
tiva de investigación y acciones judiciales sin prece- de corte particular —como esperaban sus autores—,
dentes que algunos consideran afortunada (Ramos y sino repartiendo más clientelismo y privilegios entre
Makenka, 2008)9. sectores más amplios de la población. El Gobierno del
8 Los datos de la Universidad de Salamanca también ponen de mani?esto el creciente nivel de preparación académica de los
diputados dominicanos. En 1995, solo 72% de los diputados encuestados —y 65% de los diputados del PRSC encuestados—
tenían formación universitaria (Alcántara [dir.], 1995, p. 48). Sin embargo, ya para 2003, 98% de los diputados encuestados
tenían algún tipo de formación universitaria (Alcántara [dir.], 2005, p. 60).
9 La Cámara de Cuentas es un órgano nominalmente independiente de contraloría general o ?scalización que tiene la respon-
sabilidad de monitorear las cuentas del país y emprender acciones judiciales contra la corrupción. El Senado nombra a los
integrantes de la Cámara por períodos de cuatro años, siguiendo las recomendaciones del presidente, pero en última instancia
el poder que puedan tener esos miembros queda limitado por la falta de recursos y autoridad (Marsteintredet, 2004).
320 La ruta hacia el crecimiento sostenible en la República Dominicana

