Page 149 - COELHO PAULO - El Demonio Y La Srta Prym 4.RTF
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a pesar de que conoce al alcalde y sabe que es una
                   persona honesta, necesita una autorización para
                   entregar una cantidad tan grande de dinero. Empezarán
                   a preguntar de dónde ha salido el oro. El alcalde
                   dirá que nos lo ha regalado un extranjero; al fin
                   y al cabo, nuestro alcalde es inteligente y
                   encuentra respuestas para todo.
                            »Después de que el cajero hable con el
                   director del banco, éste, que aunque no sospeche
                   nada, no deja de ser un asalariado que no quiere
                   correr riesgos innecesarios, llamará a la central
                   del banco. Allí, nadie conoce al alcalde, y retirar
                   una cantidad tan grande siempre resulta
                   sospechoso; por lo tanto, le pedirán que espere un
                   par de días, mientras investigan el origen de los
                   lingotes. Y ¿qué descubrirán? Que el oro es
                   producto de un robo. O que fue comprado por un
                   grupo sospechoso de narcotráfico.
                            Chantal hizo una pausa. Ahora, todos compartían
                   el miedo que ella había sentido la primera vez que
                   tuvo su lingote entre las manos. La historia de un
                   hombre es la historia de la humanidad.
                   -Porque este oro tiene número de serie. Y
                   fecha. Es muy fácil de identificar.
                            Todos miraron en dirección al extranjero, que
                   se mantenía impasible.
                   -No sirve de nada preguntárselo -dijo Chantal-.
                   Tendríamos que confiar en que nos está diciendo la
                   verdad, y un hombre que pide que se cometa un
                   crimen no merece ninguna confianza.
                   -Podemos retenerlo aquí, hasta que hayamos
                   cambiado el metal por dinero -sugirió el herrero.


                            El extranjero hizo un gesto con la cabeza en
                   dirección a la dueña del hotel.
                   -Es intocable. Debe tener amigos muy poderosos.
                   En mi presencia, telefoneó a varias personas y
                   reservó pasajes; si desaparece, sabrán que ha sido
                   secuestrado, y vendrán a buscarlo a Viscos.
                            Chantal dejó su lingote de oro en el suelo y
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