Page 183 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
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como un rábano torcido, terminado por una cabeza fantásticamente
tallada con el cuchillo; era tan enjuto, que sus dimensiones habrían
sido invisibles para una vista medio confusa; era el verdadero Genio
del hambre y sin embargo, lujurioso como un mono; las p... le
llamaban Mandrágora: iba siempre a retaguardia de la moda; cantaba
a sus sucias hembras las tonadillas que oía silbar a los carreteros,
jurando que eran fantasías o nocturnos de su caletre. Y ahora tenemos
a esa espada de palo del vicio convertido en caballero; habla tan
familiarmente de Juan de Gante, como si hubiera sido su hermano de
armas. Juraría que no le ha visto más que una vez, en el campo del
torneo, el mismo día que le rajaron la cabeza por haberse metido en el
séquito del mariscal. Yo le vi y dije a Juan de Gante que batía su
propio nombre, porque se le podía meter, con toda su vestimenta, en
una piel de anguila; el estuche de un oboe habría sido para él un
palacio, un patio; y ahora tiene tierras y ganados! Bien está;
estrecharemos relaciones, si vuelvo. Muy mala suerte tendrá, si no le
convierto en piedra filosofal por partida doble para mi uso propio. Si
la pescadilla joven es una buena carnada para el viejo lucio, no veo
razón porque yo, siguiendo la ley de la naturaleza, no me le he de
tragar. Que la ocasión ayude y hecho está. (Sale)
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