Page 459 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 459
poco áspera. Quizá hasta simpática, amable.
Cessna seis triple tres alfa, viento dos cuatro
cero a las cinco, realice un acercamiento directo,
pista dos nueve lista para aterrizar.
Todo correcto, todo perfecto, según las reglas,
como antes. Dicho con naturalidad. Como si fuera
un día cualquiera en el antiguo aeropuerto. No
tengo palabras para describir el efecto que esa
evocación de la normalidad tuvo en mi espíritu.
Como si fingiendo que el aeropuerto funcionaba
como siempre también pudiera crear la ilusión de
que mi mujer y mi perro seguían vivos, de que
ella estaba de siete meses y los dos me
esperaban en la cordillera Frontal y yo estaba a
punto de tocar tierra después de un vuelo de tres
horas, no de uno que había durado nueve años y
era solo de ida.
Pero lo raro tampoco era aquello. Era el faro.
Casi todos los aeropuertos con pistas de asfalto
tienen, tenían, un faro giratorio verde y blanco. Lo
había visto centellear desde quince kilómetros de
distancia y no le había dado ninguna importancia.
Y luego, estando a diez, volví a verlo brillar,
459

