Page 102 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
P. 102
–Claro que he estado bebiendo. Pero estoy bien. ¿Cómo
estás tú?
–Muy bien. Pero muy ocupada. Este lugar parece... un
manicomio. No puedo hablar durante mucho tiempo por
teléfonos. ¿Necesitas algo?
–No necesito nada, querida. Estoy muy, muy bien...
–Entonces tengo que colgar. Pero quiero hablar contigo,
Luke. ¿Querrás telefonearme mañana por la tarde?
–Desde luego, querida. ¿A que hora?
–A cualquier hora de la tarde. Adiós Luke.
–Adiós, querida.
Luke volvió a su vaso, recordando de pronto que se había
olvidado de preguntar por Forbes. Bueno, no tenía impor‐
tancia. O Forbes estaba bien o no lo estaba; y no podía hacer
nada si no lo estaba.
Era sorprendente, pensó, que Margie se mostrara tan
afectuosa. Especialmente dándose cuenta de que él estaba
borracho. Ella no era una puritana con la bebida –bebía con
moderación–, pero siempre se enfurecía cuando él bebía
demasiado, como esta noche.
Debía estar preocupada de verdad por él. ¿Pero por qué?
Y entonces recordó. Ella siempre había sospechado que
Luke no era muy estable mentalmente. Una vez había tra‐
tado de llevarle a un psicoanalista; era una de las cosas por
las que habían peleado. De manera que ahora, con tantas
personas perdiendo la chaveta, pensaría que Luke sería de
los primeros en caer.
102

