Page 124 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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Luke tenía en el campo de la ciencia ficción con su propio


          nombre podría ayudarle a vender sus novelas del Oeste.


          Luke  tampoco  tenía  ningún  inconveniente  en  que  lo  hi‐


          ciera. Bernie podía usar el nombre que quisiera por aque‐



          llos mil dólares de adelanto y los otros cuatro mil de posi‐


          bles ingresos. Eso era mucho más de lo que ganaba con la


          ciencia ficción.


            Un poco más abajo escribió en el centro de la página: «Ca‐


          pítulo primero», y luego subió el papel otras cuantas líneas


          y empujó el carro hacia la izquierda. Listo para empezar.


            Iba a escribir sin detenerse, y dejaría que el argumento,


          por lo menos los detalles del argumento, se fueran desen‐


          volviendo mientras escribía.



            De cualquier modo, no hay muchos argumentos para una


          novela del Oeste. Vamos a ver, podría usar el mismo argu‐


          mento básico que ya había utilizado en uno de sus cuentos


          cortos, Tormenta sobre el Llano. Dos ranchos rivales, uno


          propiedad del villano y otro del héroe. Esta vez, los ran‐


          chos estarían a ambas orillas del río Gila, y eso haría que el


          título fuese perfecto. El villano, desde luego, tenía un gran



          rancho y pistoleros a sueldo; el héroe, un rancho pequeño


          y quizá unos cuantos vaqueros que no eran pistoleros. Y


          una hija, claro está. En una novela larga se necesita una


          dama.


            El argumento aparecía a toda velocidad. Luego el cambio


          de punto de vista. Empezaría con un punto de vista desde


          arriba de un pistolero contratado por el villano, que llega


          para unirse al equipo del gran rancho. Pero el pistolero es




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