Page 154 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
P. 154
—No sabes cómo es. Cuando estoy allá afuera
pienso: «Si vuelvo a Tierra me quedaré allí. No
volveré a salir. Nunca.» Pero salgo otra vez, y creo
que nunca dejaré de hacerlo.
—He pensado mucho tiempo en ser un hombre del
espacio —le dije.
Papá no me oyó.
—He tratado de quedarme. El sábado pasado,
cuando llegué a casa, comencé a tratar de
quedarme, con todas mis fuerzas.
Recordé su figura sudorosa en el jardín, y cómo
había trabajado, y cómo había escuchado, y supe
que había hecho todo eso para convencerse a sí
mismo de que sólo el mar y los pueblos y el paisaje
y la familia eran las únicas cosas reales, las cosas
buenas. Pero supe también qué haría papá esa
noche: miraría las joyas de Orión desde el porche
de casa.
—Prométeme que no serás como yo —me dijo.
Titubeé.
—Muy bien —le dije.
Papá me tomó la mano.
—Eres un buen muchacho.
La cena fue magnífica esa noche. Mamá había
corrido por la cocina con puñados de canela, y
harinas y cacerolas y ruidosas sartenes, y ahora un
153

