Page 44 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
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         tribus  bajo  el  mismo  estandarte  negro  y  las  enseñó  a

         emplumar sus flechas con plumas negras.



                Si era o no el nombre que le pusieron en el portabebés,


         nadie lo sabía, pero él se llamaba a sí mismo Temel.



                Decir que Nilufer no podía ser encerrada en una torre

         implica injustamente que ella no moraba en una y eso, por

         supuesto, sería falso. El palacio de su madre tenía muchas

         torres y una de ellas —la más alta y más blanca de todas—


         era  solo  para  Nilufer.  Como  ya  se  ha  mencionado,  la

         provincia  de  la  katún  era  pequeña,  apenas  unas  pocas

         planicies  amplias  y  algunos  estrechos  valles,  así  que  no

         necesitaba  más  de  un  palacio.  Pero  como  se  ha  dicho


         también, la provincia de la katún era rica, el palacio lujoso y

         próspera la corte que lo habitaba.



                Nilufer, como corresponde a una princesa que algún día

         sería  reina, albergaba a  su  propia corte en  sus aposentos,


         contiguos  a  los  de  la  corte  de  su  madre.  Una  parte  del

         séquito lo formaban acompañantes nombrados por la katún

         —un tutor de letras, un tutor de ciencias, un tutor de asuntos

         de estado y tesorería; un maestro de danza; un maestro de


         halcones, caballos y perros de caza; un par de carabinas (una

         que era vieja y olía a leche agria de yegua, la otra de mediana

         edad  y  severa);  tres  monjas  guerreras  que  habían
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