Page 46 - Arcana Mundi - Elizabeth Bear
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unos postes y sobre un grupo de bandidos con ropajes
negros, de los que había matado a cuatro de siete.
Ahora, vestida cómodamente con ropajes sueltos
protegidos por un guardapolvo con mangas remangadas, se
hallaba frente a un caballete; ignorando el largo pincel de
bambú claro con la punta mojada de fuerte tinta negra que
llevaba en la mano derecha, se concentraba en examinar el
soporte. El papel era grueso, absorbente. Suave pero no
brillante. Absorbería bien la tinta pero podría correrse.
Era adecuado para el arte, para una acuarela o un paisaje
montañoso donde podría valer una cierta vaguedad e
insinuación brumosa, pero para los trazos de un hechizo o
de una carta diplomática habría escogido un papel con una
fina capa de arcilla, para que las líneas se mantuvieran
firmes.
Nilufer se volvió a la bruja, disparando la mano derecha
hacia el papel de forma inconsciente.
—¿Estás segura, anciana?
La bruja, encorvada junto al fuego sobre un taburete bajo
a pesar de que era un día templado, levantó la cabeza, de
forma que sus trenzas ásperas y grises se deslizaron por la
abigarrada mezcla de plumas y pelo de sus charreteras. La

