Page 405 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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el tipo justo de sonrisa conspiratoria y sociable por


              parte  de  sus  interlocutores.  Hackworth  siguió—,


              no  vi  razón  para  informar  del  robo  a  las


              autoridades de Atlantis...





                 —No había razón —dijo el mayor Napier—. Pero


              la Policía de Shanghai hubiese estado interesada.





                 —Ah. Bien, no les informé simplemente debido


                 a su reputación.





                 Esa rutina de meterse con los chinos hubiese proc


              ido malvadas risas en la mayoría. Hackworth se


              sorprendió al ver que ni Finkle‐McGraw ni Napier


              mordían el anzuelo.





                 —Aun  así—dijo  Napier—,  el  teniente  Chang


              desmintió esa reputación, ¿no?, cuando se tomó la


              molestia de traerle el sombrero, ahora sin valor, en


              persona, cuando ya no estaba de servicio, en lugar


              de limitarse a enviarlo por correo o simplemente


              tirarlo a la basura.





                 —Sí—dijo Hackworth—, supongo que sí.





                 —Nos pareció singular. Aunque ni soñaríamos


              preguntarle por los detalles de su conversación con


              el  teniente  Chang,  o  inmiscuirnos  en  su  vida  de


                                                                                                          405
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