Page 189 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
P. 189
—Gracias a vosotros. No ha sido la primera
vez, ni creo que vaya a ser la última. Sin embargo,
ya no soy el capitán Van der Veld que fui. En cierto
modo he progresado..., incluso como testigo.
—Me pregunto qué habrá sido de nuestro capi‐
tán —dijo Denise, pensativa.
—¡Ah! ¡Casi había olvidado la Schiaparelli —
admitió Sean—. Es como si... nos hubiéramos dis‐
tanciado de ella. ¿no? Bien, en realidad es lo que
hacemos. Para eso entramos aquí, para nuestra vi‐
da real.
Jerónimo removió un poco la arena.
—Aquí no está: vuestra realidad vive.
—Paavo, Tania, Austin... ¿volveremos a verles
algún día? —se preguntó Denise—. ¿O estarán
convertidos en bestias o peces, transmutados escala
abajo? Reculer pour mieux sauter... En regresión para
poder evolucionar mejor después..., tal como Él lo
ve.
—Yo no he dicho nunca que fuese positivo que
las personas se convirtieran en animales. Nunca.
—¿Hay algún modo de salir de aquí, Jerónimo?
Jerónimo compuso una expresión socarrona.
—¿Ahora que acabáis de entrar? A otros les
cuesta un tiempo endiablado. ¿Sabéis una cosa?
¡Tendréis que ganároslo! Los antiguos alquimistas
se pasaban toda la vida en obtener la Piedra y
189

