Page 29 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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radamente  las  cosas  familiares  para  expulsarlas...,

               para  hacer  olvidar  el  mundo  antiguo?  Vamos,

               Sean, tú eres el psicólogo. Estás aquí para eso. ¿Qué


               te parece? Esos pájaros y fieras podrían ser, qué sé

               yo, robots o seres androides.

                      En efecto, era para eso que Sean formaba parte


               de la expedición: para entender cualquier conflicto

               entre  la  vieja  imaginería  arquetípica,  heredada  de

               la Tierra, entre los senderos míticos del viejo mun‐


               do,  y  los  nuevos  canales  psicológicos  que,  según

               preveía,  tendrían  que  ir  formando  los  colonos  si


               querían  convertirse  en  habitantes  dejando  de  ser

               meros visitantes: arquetipos de experiencias inédi‐

               tas en un mundo inédito. Pero ¿era posible alterar


               de esta manera los arquetipos ancestrales? ¿Podían

               adaptarse?  ¿Era  factible  hacer  surgir  un  simbolis‐


               mo mítico nuevo y apropiado? Quizá, como había

               sugerido  Tania,  el  psicólogo  jefe  de  la  expedición

               colonizadora, la de la Copernicus, hubiese dado ya


               con  la  solución:  exorcizar  los  caminos  ancestrales

               del  sueño  mediante  su  exageración  manifiesta  y

               grotesca.  Pero  ¿por  qué  motivo  habría  elegido  la


               imaginería onírica (de pesadilla más bien, muchas

               veces) del Bosco? ¿Y cómo consiguió realizarla físi‐

               camente?


                      El capitán Faraday le dio órdenes a Paavo:




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