Page 30 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
P. 30
—Intenta comunicarte por radio. Que se ponga
la junta de gobernadores, o el comité central, o lo
que tengan aquí. Notifícales que hemos aterrizado
en este... parque. Han debido ver nuestra llegada
desde una de esas torres, o lo que sean.
Al poco rato el finlandés masculló una impre‐
cación.
—No se oye nada. El equipo se ha desconecta‐
do. No hay corriente. Voy a pasar una revisión por
ordenador.
Paavo pulsó varias teclas, pero la pantalla ca‐
tódica seguía en blanco.
—No entiendo nada —dijo estremeciéndose—.
El ordenador se acaba de desconectar. No es posi‐
ble. Seguramente estará haciendo un autodiagnós‐
tico. ¡No! Se ha desconectado del todo.
—No pierdas la calma. —Austin se humedeció
los labios, al sentírselos súbitamente pastosos—.
Comprueba los propulsores orbitales.
—¿Cómo, si el ordenador no admite ninguna
instrucción?
—Pasa a control manual. Establece una secuen‐
cia de disparo, No vamos a salir a ciegas, sin tener
una trayectoria. Monta una simulación, Paavo.
—La consola de mandos está desconectada —
comunicó Paavo instantes después.
30

