Page 337 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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—¡Bah,  vamos!  Hay  una  alternativa  obvia:  la

               colonización.  Si  la  galaxia  está  vacía,  poblémosla.

               Colonicemos todo el condenado espacio. ¡Y eso es


               lo que hacemos!

                      Strauss meneó la cabeza.

                      —¿De  veras?  ¿Es  eso  lo  que  hacemos?  Dema‐


               siado  espacio,  Sean,  y  períodos  de  tiempo  dema‐

               siado largos. Además, cualquier raza que empren‐

               da un programa de colonización descubrirá pronto


               que  el  colonizar  mundos  extraños  produce  seres

               extraños a ella. No es posible reduplicarse en otro


               lugar, sin más. ¿Cómo se justificaría, pues, la inver‐

               sión? O recogen bártulos, o eligen el camino extra‐

               ordinario.


                      —¿Tal como sucede aquí?

                      —Evidentemente, Sean: ¡Oro!


                      Se frotó los nudillos, como un Aladino llaman‐

               do a un genio que hubiera estado doscientos años a

               su servicio. La urraca consideró si posarse en ellos,


               pero prefirió una zarzamora.

                      —¡Qué cómodo... para ti, según tus opiniones!

               ¡Y qué coincidencia tan extraordinaria! Tal como lo


               cuentas,  parece  que  estuviese  todo  predestinado.

               Tu destino personal estaba esperándote aquí. ¿Y si

               te hubieras presentado para otra expedición distin‐


               ta del programa Exodus, eh?




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