Page 42 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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pica heredada del mundo originario de nuestros
colonos podría adaptarse a un medio inédito, o ser
modificada por éste. Creemos que podría tratarse
de un aspecto bastante vital para la eficacia con que
«arraiguen» las colonias en general...
Jerónimo soltó una risa burlona.
—Ya le dije que alguien se ocupó bastante bien
de nuestros problemas psicológicos.
—Austin Faraday es nuestro capitán y planetó‐
logo. Tania Rostov es, entre otras cosas, agrónoma,
y Denise Laroche es nuestra ecóloga.
—¿Athlone, eh? ¿Laroche? —Por lo visto Jeró‐
nimo se regocijaba secretamente de todo ello—.
Bien, bien. Me pregunto cuáles habrán sido sus
profundas motivaciones para venir aquí. Son unos
apellidos interesantes los suyos.
—¿Athlone? No es más que un pueblo de Ir‐
landa. Seguramente mis antepasados eran campe‐
sinos que tomaron el nombre de su aldea. No es
que fueran señores feudales ni nada por el estilo.
—Aquí sólo hay un Señor, Sean: Él que es. ¡La‐
roche! ¡También es un buen apellido!
—¿Qué tienen de curioso nuestros apellidos?
—¡Ah! Ya lo irán averiguando. A Él le gusta‐
rán. Tiene el sentido de las afinidades electivas.
—Quienquiera que sea «Él», está visto que aquí
necesitaban un psicólogo —murmuró Muthoni, y
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