Page 89 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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—Pero ¿quizá tú has sido un ave o una bestia?

               Se  dice  que  las  personas  se  convierten  en  aves  o

               bestias,  pero  en  realidad  yo  nunca  he  conocido  a


               nadie que... —Se interrumpió, y agregó con triste‐

               za—: En cuanto a mí, por lo visto, estoy inmuniza‐

               do.


                      —¡Eh! —intervino Muthoni—. ¿Qué es eso de

               «aspiraciones  más  altas  y  más ʺblancasʺ»?  ¿Esta‐

               mos en una utopía racista? ¿Qué tiene de especial


               el color blanco?

                      —No me has entendido bien, bella negreza —


               dijo el hermafrodita, dejando caer los brazos y de‐

               dicándole una reverencia que hizo que se bambo‐

               learan sus pechos—. La negreza es un estado hono‐


               rable.  ¿Ves  esos  cuervos  posados  sobre  los  hom‐

               bros de aquellas damas, allá abajo?


                      —Sí. Los mirlos.

                      —Los  cuervos.  Son  las  aves  de  la  sabiduría:

               una sabiduría que está más allá de los sentidos or‐


               dinarios. Pero tal sabiduría se ha oscurecido y han

               de reconquistarla, ¿comprendes? El color de la sa‐

               biduría oscurecida es la negreza, es la primera eta‐


               pa  de  un  camino  hacia  la  sabiduría.  ¿No  ves  que

               algunas de esas mujeres también son negrezas? Es‐

               tán  algo  más  adelantadas  en  ese  camino  que  sus


               hermanas,  las  blancas.  Por  eso  se  montan  sobre

               ellas los cuervos. Cuando la garza se ennegrece re‐

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