Page 118 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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Se oyó un ruido sordo, como el golpear de un


            martillo  sobre  madera;  como  el  ruido  de  una


            enorme uña tabaleando, con falsa paciencia, sobre


            una  pizarra.  El  golpeteo  resonó  en  su  dormido


            cerebro. Se meneó en la cama, dando la vuelta con


            un brusco movimiento de brazos. Pam—pam—pam.


            Lanzó un gemido. Sus manos, adosadas a ambos



            lados del cuerpo, se alzaron ligeramente y cayeron


            de nuevo. Pam. Pam. Gimió irritado, todavía medio


            dormido.


                   Entonces  la  gota  de  agua  se  estrelló  sobre  su


            rostro.


                   Tosiendo y reprimiendo las náuseas, retrocedió


            en la esponja, al tiempo que oía un fuerte chapoteo.


            Otra gota se estrelló sobre su hombro.


                   —¡Qué!



                   Su  cerebro  luchaba  por  orientarse,  sus  ojos


            desorbitados  miraban  a  todas  partes  en  la


            oscuridad. ¡Pam! ¡Pam! Era el puño de un gigante


            golpeando  una  puerta;  era  un  mazo  monstruoso


            golpeando una plataforma.


                   El sueño se había esfumado. Sintió los saltos que


            le daba el corazón en el pecho.



                   —Dios mío, Dios mío —murmuró, sacando las


            piernas por el lado de la esponja.


                   Sus pies aterrizaron en un charco de agua tibia.


                   Volvió a levantar las piernas con un sobresalto.






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