Page 132 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 132
difícil que fuera, pero siempre había un medio.
Tenía que creerlo. Lleno de agitación, lanzó otra
ojeada hacia la figura inclinada del gigante.
¿Cuánto tiempo permanecería allí? ¿Horas?
¿Minutos? No había tiempo que perder.
La escoba.
Dando nuevamente media vuelta, Scott echó a
correr, temblando a causa del viento. Tendría que
haberse puesto la túnica más gruesa. Pero no había
dispuesto de tiempo suficiente. Además,
probablemente seguiría mojada. El dedal; se
preguntó si los monstruosos pies del gigante lo
habrían volcado de un golpe, o si incluso lo habrían
aplastado bajo su peso. «¡No importa!», gritó para
sí. «¡Voy a salir de aquí!». Se detuvo en seco frente
a la escoba apoyada en el frigorífico.
Había una telaraña entre las púas superiores.
Sabía que no era trabajo de la viuda negra, pero le
recordó que había dejado el alfiler al lado del
calentador. ¿Debía regresar y tratar de recuperarlo?
Desechó la idea. ¡No importaba! ¡Iba a salir de
allí! Esto era lo único en lo que debía concentrarse.
«Voy a salir de aquí; eso es todo. Voy a salir de
aquí».
Cogió una de las pajas, gruesa como una porra,
y tiró de ella con toda su fuerza. La paja no cedió.
Tiró de nuevo con el mismo resultado. Cogió la paja
132

